Comienza el mes de abril y con él la recta final de la temporada. Madrid y Barcelona se enfrentarán, si todo sigue su curso, cuatro veces en un mes algo inusual y que se nos hará raro a todos. La supremacía establecida por el F.C Barcelona desde la llegada de Pep Guardiola a los banquillos se volverá a enfrentar a un equipo ante al que curiosamente no ha cedido ni siquiera un punto: el Real Madrid.
Tras la decepción de la pasada campaña, la entidad que preside Florentino Pérez volvió a dar este verano una nueva vuelta de tuerca a su proyecto, fruto de las urgencias que asolan a la casa blanca desde tiempos inmemoriables. Jose Mourinho, "The special one", aterrizaba en la casa blanca con un claro objetivo: derrocar al conjunto blaugrana de la supremacía europea.
El destino ha querido que los tres títulos puestos en liza se los disputen blancos y culés en un mes de abril que se presume apasionante y donde se verá quiétn aprendió la lección del último enfrentamiento, donde el Madrid encajó un sonrojante 5-0 que hizo mucha pupa en Concha Espina y del que ha tardado tiempo en recuperarse. Tras superar la barrera de octavos, que se le resistía al cuadro blanco desde hace siete años, y con el Totenham como primer obstáculo, todo el mundo desea un duelo fraticida en semifinales entre blancos y culés. Leo Messi contra Cristiano Ronaldo. Guardiola contra Mourinho. Un duelo de destinos.
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