viernes, 1 de abril de 2011

Cuando los presidentes se van de la lengua

A lo largo de la historia del fútbol han sido numerosos los casos en los que un presidente se ha ido de la lengua, ha dejado rienda suelta a su euforia y posteriormente se han tenido que tragar sus palabras.


A pesar de que muy posiblemente las declaraciones de Sandro Rosell fueron  en tono distendido y de broma, no dejan de ser desafortunadas.
Desafortunadas porque el presidente de una institución a la que representa no puede realizar manifestaciones en las que claramente se menosprecia al rival. Y desafortunadas, porque en estos casos y con la rivalidad que existe, más que doler a los blancos lo que les habrá supuesto es una rabia contenida y estarán pensando "te estoy esperando".


En los últimos años, se han sucedido numerosas manifestaciones que se han vuelto en contra de quien las realizó. Una de las más sonadas fueron las del presidente  Vicente Boluda, cuando antes del partido de Liverpool manifestó que les darían un chorreo. El Madrid volvió con un 4-0 en la mochila. Otra también sonada fueron las realizadas por el presidente del Sevilla cuando manifestó que se comerían al león de la cabeza a la cola, en referencia al Athletic Club de Bilbao. El Sevilla cayó derrotado por 3-0.

1 comentario:

  1. Me gusta como le das un nuevo enfoque al panorama deportivo, se echa de menos este reflexión y no tanto forofismo en el mundo del fútbol. Sigue así.
    Luis

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