jueves, 24 de marzo de 2011

UN BAÑO DE BURBUJAS

Hay que ver que bien nos sienta un baño relajante después de una larga jornada laboral, prácticamente salimos ‘nuevos’.
Pues con nuestro coche pasa exactamente lo mismo. Tras una larga temporada de conducción, también necesita un baño para recuperar su aspecto inicial y su brillo característico.

Y es que aunque no movamos nuestro coche, es inevitable que una fina capa de polvo se adhiera a la pintura, dejando al coche sin brillo. Si encima llueve, se crea una especie de barrillo y si conducimos por autopista hay que añadir una capa grasienta que hará que aunque lo lavemos, tengamos que frotar incesantemente.

Si queremos que el acabado sea perfecto, tendremos que secar a mano con un paño suave todo el automóvil porque de lo contrario se verán las gotas secas del agua. A su vez, si utilizamos un trapo normal y corriente dejaremos toda la superficie con restregones.

Si disponemos de 150€ -de media- todo lo anterior se va a acabar.
Hay empresas especialistas en el lavado perfecto de automóviles, que llegan a utilizar hasta 20 productos diferentes para las distintas superficies tales como: embellecimientos, cromados, cueros, plásticos, cristales, gomas…
El proceso de lavado dura casi 24 horas (si este incluye pulido de superficie) y para agilizar el proceso de recogida del coche, estas empresas ponen a nuestra disposición un servicio de recogida y entrega en domicilio gratuitas.

El proceso se divide en varias partes. Primero se produce el lavado interior (techo, asientos, puertas, desmontaje de los asientos para llegar a zonas no visibles…) En esta etapa también se procede a la desinfección del circuito de aireación, de una particular forma. No se emplean productos químicos, sino que se introduce en las salidas del aire acondicionado ozono, cuya capacidad de desinfección es 6.000 veces superior a la de la lejía.

Una vez pasamos a la parte exterior, se hace una evaluación del estado de la pintura de la chapa, porque podría ser necesario el pulido para recuperar el brillo con el que salió de fábrica. Además esta técnica resulta mucho más económica que el repintado.
Después se utiliza la espuma activa para la limpieza en profundidad y se aplica mediante paños especiales que no dañan la pintura. Después se encera el coche entero y por último, se seca todo a mano.

La limpieza de las ruedas también tiene su aquel, con lavado, pulido y capa de brillo al neumático incluidos.

A estas empresas especializadas prácticamente no se les resiste ni un arañazo ni quemadura de cigarrillo y son capaces de dejar el coche nuevo por bastante menos que una reparación generalizada.

Además merece la pena invertir 150 euros, porque a la hora de vender el coche se revalorizará hasta 1.500€.

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