viernes, 25 de marzo de 2011

NO QUEREMOS MÁS ATROPELLOS

Siempre que se busca responsables a la hora de denunciar cualquier infracción de tráfico se señala a los conductores. Pero la realidad es que cuando se produce un accidente y un peatón aparece en la escena, no siempre la culpa es del conductor. Por increíble que parezca, los peatones tampoco respetan los colores de los semáforos y casi siempre alguien cae en la tentación de cruzar en su color “rojo”.

La multa para ambos es de 200 euros, y en el caso del conductor, se le retiran algunos “puntillos”.
Pero si todos sabemos que existe un grave problema en el eje coche-peatón, habrá que poner soluciones. Y ya las hay.

Los fabricantes de coches ya se han puesto al día y están ideando un nuevo sistema que consiste en un capó deformable. Si un peatón cae encima de este, el capó se deformará como si de un colchón viscoelástico se tratase.

El sistema es eficaz, pero plantea un problema. El peatón rebota e impacta contra la luna delantera.
Por eso se ha ideado un airbag que se dispara entre el cristal delantero y el capó, y protege toda la parte de la luna en la que impactaría la cabeza de la persona atropellada.

Todavía falta bastante tiempo para que se incorpore este sistema a la fabricación en serie de automóviles, pero si que se disponen ya de elementos tecnológicos que sirven para prevenir el atropello.

Uno de ellos es la cámara térmica, que como ya explicamos en su día, sirve para ver sujetos en la oscuridad. El problema es que resulta muy caro y poco rentable
Otro es el ya visto Volvo City-Safety, que era capaz de detener el coche por completo. Este último está en una fase más avanzada que el anterior y resulta mucho más rentable y eficaz instalarlo en nuestro Volvo.

Aunque lo más importante seamos peatones o conductores, es recordar que el semáforo rojo es "rojo" para todos y deberemos obedecerle nos guste o no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario