sábado, 26 de marzo de 2011

El más difícil todavía: encadenar tres cetros continentales

La selección española se fijó un nuevo reto tras tocar el cielo el pasado 11 de julio en el Soccer City de Sudáfrica: ganar tres títulos continentales seguidos. Una de las claves que ha tenido esta selección, este grupo, es su enorme ambición y su capacidad para no darse nunca por satisfecha.


España ha conocido en los últimos seis meses lo que supone ser campeón del mundo: a partir de ahora ya no existen partidos amistosos. Cada partido es el partido de su vida para el rival, quieren ganarle a la campeona del mundo para recuperar parte del prestigio perdido. Es el caso de Argentina, quién le hizo un roto sideral el pasado mes de septiembre al combinado nacional. La prensa argentina calificó el partido como si de la final del mundial se tratara. Portugal también salió con el cuchillo entre los dientes y le endosó un bochornoso 4-0 al equipo entrenado por Vicente del Bosque.


España es consciente de que ahora mismo son la referencia del fútbol mundial. Ser campeón del mundo también conlleva una responsabilidad: debes afrontar cada partido como final. Con la fase de clasificación prácticamente encaminada, España se autoimpone un nuevo reto: conseguir tres títulos en seis años. Nadie antes lo ha conseguido, pero a esta selección le va eso de romper récords. Ninguna selección había ganado un mundial perdiendo el primer partido. Nunca antes fuimos la envidia del mundo. 

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