José Mourinho dejó el Inter de Milán tras haberlo ganado todo para aspirar a uno de los mayores retos al que puede aspirar cualquier profesional del mundo del fútbol: triunfar en el Real Madrid.
Florentino Pérez, tras haber "obedecido" a la dirección deportiva y no ganar nada en la primera temporada tras su vuelta, tomó las riendas del club y contrató al que dicen es el mejor entrenador del mundo, corroborado esto por la FIFA.
De esta manera, "The special One" aterrizaba en Concha Espina con un reto que le estimularía a cualquier 'entrenador top', pero a él especialmente: derrotar al mejor Barça de la historia. Ese era su reto. Y Florentino, el madridismo tiene otro: estar el próximo 28 de mayo en Wembley y alzar la orejona.
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