lunes, 7 de marzo de 2011

Un genio asoma en Concha Espina


El partido realizado por Mesut Özil frente al Racing de Santander en el Sardinero confirma el acierto del fichaje del alemán por parte del Real Madrid, además de reafirmarle como un jugador que marcará una época en el fútbol mundial, como dijo Jorge Valdano al término del encuentro.

El menudo mediapunta alemán completó posiblemente el mejor partido desde que viste la camiseta blanca. Arracando desde el costado derecho, por la ausencia de Cristiano Ronaldo, el teutón se movió por todo el frente de ataque, participando en dos de los tres goles del equipo blanco. En el primero, tras una jugada de muchos quilates, le deja el balón a Emanuel Adebayor para que la empujara a la red. En el segundo le filtra un pase por el centro a Benzema, que define de forma impecable.

Ausente la figura del pivote defensivo, debido a las bajas de Lass por sanción y Khedira y Gago por lesión, Xabi Alonso estuvo acompañado por Granero, con Özil y Di María en los costados, y Adebayor y Benzema en punta. Con gente de toque, el Madrid se ordenó alrededor del balón, con movimientos constantes de los hombres de ataque. Con este panorama, Özil, cuyo juego camaleónico le permite adapatarse a todo tipo de sistemas, creció exponencialmente. Se convirtió en el auténtico referente de ataque del equipo blanco. Todos los balones pasaban por él.

Desde jugadores como Guti o Zidane no había aparecido un jugador de la clarividencia en los metros finales como el "23" blanco. Se asoma un genio.

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