jueves, 4 de noviembre de 2010

TIEMPO DE “CAMBIO”



El cambio automático se impone fuertemente al tradicional


El cambio manual podría tener los días contados, porque las cajas de cambio automáticas han experimentado una gran evolución, dejando atrás sus inconvenientes y sobretodo, su poca aceptación por parte de los conductores.

Antiguamente, las cajas automáticas suponían un sobreprecio de 6.000€ -de media- sobre el coste del coche en su versión manual, a lo que había que añadir un mayor consumo y un mantenimiento algo caro. Además su fiabilidad era discutible y la práctica de una conducción deportiva imposible, ya que los cambios se producían justo en el par motor, sin revolucionar apenas el coche, por lo que una conducción “racing”no era posible (se producía una pérdida de potencia al acelerar).


Pero en la actualidad, el cambio automático ha dado un giro radical, poniendo fin a todos estos inconvenientes y siendo ahora más duradero y fiable que el manual.
¿Cuál ha sido la fórmula? La introducción de un doble embrague en lugar de uno.
Ahora la caja de cambios posee dos embragues, uno se encarga de las marchas impares-1ª,3ª,5ª y marcha atrás-, y el otro de las pares -2ª,4ª y 6ª velocidad-. De esta forma si circulamos con la segunda velocidad engranada, el coche ya tiene preparada la tercera, activando un embrague y desactivando el otro.
El intercambio de marchas es rapidísimo, solapándose una marcha con la otra y resultando el momento del cambio imperceptible. La gran ventaja es la sensación continua de empuje (parecerá que tiene una marcha única) porque a diferencia del antiguo cambio, este no hace que el motor caiga de vueltas. Tampoco es necesario levantar el pie del acelerador a la hora de “jugar” con las marchas.
Por otro lado, nos ahorraremos combustible porque este sistema sólo consume 0,1 litros. Desde luego compensa, porque la mayoría de conductores no siempre cambiamos de marcha en el momento oportuno, generando con este gesto 0,6 litros de más. Así pues, con este cambio ahorraríamos la friolera de entre un 5 y un 8% de gasolina.
El cambio de doble embrague suele venir acompañado de una función manual secuencial. Esto significa que mediante leves “golpes” en la palanca del cambio podemos subir o bajar de marchas nosotros mismos, con la ventaja de no tener que soltar el acelerador mientras cambiamos.
También algunas marcas de coches suelen incorporar en sus modelos más deportivos dos levas detrás del volante, para dar más rapidez y precisión al conductor, pero el funcionamiento es el mismo mencionado anteriormente.
La última firma automovilística en subirse a este carro ha sido Ford, bajo el nombre de Powershift.
En definitiva, es una opción interesante y seguramente nuestro motor nos lo agradecerá.
Si quereis ver detenidamente el funcionamiento de este sistema, os recomiendo entrar en:

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