Es un elemento electrónico que forma parte del motor.
Podría equipararse a la placa base de un ordenador, ya que se encarga de dar las señales oportunas a cada elemento de la mecánica del coche.
Por ejemplo, indica al motor si hay que abrir o cerrar más las válvulas, la presión de los cilindros…
Podría equipararse a la placa base de un ordenador, ya que se encarga de dar las señales oportunas a cada elemento de la mecánica del coche.
Por ejemplo, indica al motor si hay que abrir o cerrar más las válvulas, la presión de los cilindros…
Últimamente, se ha puesto de moda la operación de reprogramar estas centralitas para variar la presión de sobrealimentación y obtener así más caballos de potencia.
El proceso es sencillo, y siempre deberemos confiar esta operación a un especialista que llevará a cabo la rectificación en un banco de potencia y bajo una estricta precisión, ya que de lo contrario se podría potenciar en exceso la presión del motor y podríamos acabar con la vida útil de este- y sin coche-.
Hay que saber que estas reprogramaciones pueden hacerse para reducir el consumo de carburante o para aumentar la potencia/par motor. Pero son incompatibles, por lo que tendremos que elegir si queremos un motor más potente o más económico.
También debemos saber que esta técnica sólo es recomendable para motores turboalimentados (que tengan turbo) porque obtendremos unos 30 caballos extras.
No ocurre lo mismo con los motores atmosféricos (sin turbo) que sólo ganan 6 CV.
Aquí no compensa porque no se notará apenas el cambio y porque la operación está valorada en torno a los 900€.
También debemos saber que esta técnica sólo es recomendable para motores turboalimentados (que tengan turbo) porque obtendremos unos 30 caballos extras.
No ocurre lo mismo con los motores atmosféricos (sin turbo) que sólo ganan 6 CV.
Aquí no compensa porque no se notará apenas el cambio y porque la operación está valorada en torno a los 900€.
En este caso para ganar esos 30 CV, habría que sustituir el árbol de levas y otros elementos mecánicos, pero el motor consumiría bastante más y la fiabilidad del motor se vería perjudicada. Es un método que suele emplearse en los coches de competición para que rindan al máximo, por lo que no nos compensa “retocar” tanto la mecánica de nuestro automóvil.
Desde aquí se recomienda, que en el caso de decantarnos por adquirir un coche con motor atmosférico, nos hagamos con un motor más potente de fábrica, ya que la operación resultaría menos aparatosa y más fiable.
Desde aquí se recomienda, que en el caso de decantarnos por adquirir un coche con motor atmosférico, nos hagamos con un motor más potente de fábrica, ya que la operación resultaría menos aparatosa y más fiable.
Desgraciadamente, si ya poseemos un coche con estas características, no tendremos más remedio que aguantar el tipo, porque no compensa arriesgarse.
Hay que tener cuidado, porque si notamos que nuestro coche ha ido perdiendo potencia desde que se compró, es un claro síntoma de avería. Así que antes de proceder a realizar ninguna modificación deberemos cerciorarnos de que nuestro automóvil está en perfecto estado.
Hay que tener cuidado, porque si notamos que nuestro coche ha ido perdiendo potencia desde que se compró, es un claro síntoma de avería. Así que antes de proceder a realizar ninguna modificación deberemos cerciorarnos de que nuestro automóvil está en perfecto estado.
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