lunes, 20 de diciembre de 2010

La gloria se consigue luchando


Transcurridas dieciséis jornadas de liga, el equipo que dirige Juan Ignacio Martínez se encuentra en posiciones de promoción de ascenso. Sin embargo, lo realmente importante es que el equipo parece haber encontrado una regularidad de juego y resultados. Esta regularidad alcanzada en los últimos partidos, con la consecución de diez de los últimos doce puntos disputados, ha aparecido cuando el club se encuentra en una profunda crisis institucional provocada por el propio presidente.

El equipo ha sufrido durante toda la campaña numerosas críticas, algunas de ellas un tanto injustas y otras simplemente desconcertantes. La trayectoria del equipo desde su debut en segunda división la pasada campaña hace que sea merecedor de un crédito que en la presente temporada muchos sectores de la afición han denegado. Sigo manteniendo que el gran aval de este grupo es que sabe a que quiere jugar, tiene una idea de juego.

El equipo ha navegado en muchas fases de esta temporada en una soledad absoluta, sin apenas respaldo de muchos sectores de la afición y con la prensa también en contra. Esto último provocado más por la actitud incomprensible del Sr. Gómez que por la trayectoria del equipo. Es cierto que el equipo no ha desarrollado un fútbol brillante en las jornadas transcurridas, aunque también es verdad que ha tenido que jugar varias “finales” para poder seguir peleando por el ascenso, algo ilógico con dieciséis jornadas disputadas.

Es curioso que cuando el ruido que ha distorsionado la actualidad albinegra en las últimas semanas ha alcanzado sus mayores cotas de protagonismo, con los despidos de Rufete y Buitrago, ha sido cuando el equipo ha despegado hasta encaramarse a las posiciones de privilegio de la tabla.

La actual situación demuestra que cuando el equipo ha tenido la tranquilidad suficiente para preparar los partidos, cuando la atención se ha desviado hacia otros puntos, mejor se han encarado los partidos. Este equipo, con el crédito que merece, solo debe ser exigido en un punto: deben dar lo máximo por la camiseta que defienden. Con el respaldo de todos, el club puede lograr grandes triunfos. Porque los éxitos saben mejor cuando se atraviesan dificultades. Cuando se consiguen luchando.

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